Ruperto Morales, un hombre de 39 años de la comunidad mapuche Millaín Currical, es un ejemplo destacado en la producción de lana en la ruralidad neuquina. Desde su paraje Pichaihue, se dedica a la crianza de ovejas y chivas, además de esquilar, hilar y teñir la lana. Recientemente, celebró la colaboración con Artesanías Neuquinas, que recolecta su producción para su comercialización.

A pesar de que el tejido suele relacionarse con mujeres, Ruperto ha sido moldeado por enseñanzas de su madre y su maestra local. Con un meticuloso proceso, que incluye el uso de tintes naturales, crea piezas que reflejan su dedicación y las tradiciones de su cultura.