Cada año, la Cabalgata en honor a la Virgen de Lourdes reúne a jinetes del norte neuquino durante tres días de peregrinación que culminan el 11 de febrero. Desde Tricao Malal hasta la capilla de Ailinco, los participantes atraviesan montañas y valles en un recorrido cargado de simbolismo y tradición.
La devoción y el respeto marcan cada etapa de la travesía, que incluye momentos de encuentro y reflexión. El 10 de febrero, la procesión de antorchas hasta el calvario y el cántico de “Feliz cumpleaños” a la Virgen son momentos emotivos de la jornada.
El 11 de febrero, la capilla de Ailinco acoge la misa principal, con celebraciones de bautismos y casamientos que refuerzan la comunidad y la fe. El almuerzo popular cierra la jornada con camaradería.
La devoción a la Virgen de Lourdes se remonta a las apariciones de Bernardita Soubirous en Francia en 1858. En el Alto Neuquén, es patrona de los crianceros, representando fortaleza y fe en la vida cordillerana.
La Cabalgata a Ailinco no solo es un acto de devoción, sino también un vínculo con la identidad cultural de la región. Cada febrero, la tradición, la fe y la historia se entrelazan en un recorrido que mantiene viva la esencia del Alto Neuquén.