El programa “Un lugar para dormir” del Gobierno de Neuquén ha evolucionado de ser una solución temporal ante las bajas temperaturas a una iniciativa de inclusión social y laboral. Este dispositivo, creado para atender a personas en situación de calle, ha permitido que más de 40 individuos participen en talleres de formación y acompañamiento, lo que ya ha resultado en varios ingresos laborales en sectores como la construcción y la gastronomía.

El ministro de Trabajo, Lucas Castelli, destacó que se está abordando integralmente la situación de estas personas, ofreciendo no solo refugio, sino también herramientas para la reinserción laboral. Además, se están implementando capacitaciones específicas y brindando apoyo a aquellos que desean regresar a sus provincias de origen. Este enfoque busca restaurar la dignidad y fomentar el desarrollo personal en un contexto de dificultades.