En la provincia de Neuquén se llevaron a cabo trabajos de instalación de sismógrafos en los cinco volcanes más importantes, como medida preventiva para alertar sobre posibles incidentes. El volcán Tromen fue el último en ser equipado con redes de vigilancia de última tecnología, ubicándose en el décimo lugar de riesgo volcánico según Segemar. Esta iniciativa, coordinada entre el Gobierno Provincial, Defensa Civil, OPTIC y Aeronáutica, en colaboración con el Segemar a nivel nacional, busca monitorear de manera continua la actividad de estos volcanes.

Desde 2020, tras la erupción del volcán Copahue en 2012, se comenzó esta labor, la cual ha permitido la instalación de instrumentos de monitoreo en tiempo real con el apoyo de varios organismos provinciales. Sebastián García, director del Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica, resaltó el esfuerzo conjunto y mencionó la implementación de sismógrafos, GPS y cámaras visuales para detectar posibles eventos precursores de erupciones. Se han establecido alertas tempranas y un sistema de monitoreo continuo que abarca los cinco principales volcanes de la región, generando información útil para protección civil y estudios científicos. Este avance coloca a Neuquén a la vanguardia en vulcanología nacional, mejorando la seguridad de los habitantes cercanos a los volcanes y fomentando el desarrollo de conocimientos especializados en la materia.