Chañy y Batea Mahuida, áreas protegidas en Neuquén, celebran 57 años de conservación desde su creación el 25 de octubre de 1968. Chañy, ubicado cerca del Lago Aluminé, resguarda el bosque andino patagónico, mientras que Batea, a mayor altitud, alberga valiosos ecosistemas altoandinos. Ambas zonas son fundamentales para la preservación de especies locales como la ranita patagónica y el monito de monte.

El trabajo diario de tres guardaparques se centra en la vigilancia, educación ambiental y monitoreo de amenazas como especies invasoras y la presión del turismo. Chañy se mantiene cerrado al público, mientras que Batea Mahuida permite el acceso con normas estrictas para asegurar su cuidado. La conexión con la comunidad local y la naturaleza es clave en su gestión. La celebración de estos aniversarios, aunque silenciosa, destaca la importancia de conservar la biodiversidad y el bienestar ambiental de la región.