Rubén Patritti inicia una nueva etapa en San Patricio del Chañar con una bodega boutique que revive su legado vitivinícola. Después de vender su primera bodega durante la pandemia, ha mantenido la marca “Patritti” y se asocia con Sergio Paredes y José Pannunzio para este renacimiento. Con 32 hectáreas de viñedos y una producción planificada de 200.000 litros anuales, el enfoque está en variedades como Merlot, Chardonnay y Pinot Noir, con el objetivo de destacar el Merlot argentino. Contando con apoyo del Centro PyME-ADENEU, la bodega reafirma su compromiso con la vitivinicultura patagónica, fusionando calidad y tradición.